Entrevista para FRONTAL Gaceta de Crítica Literaria
Editoriales
independientes:
entrevista con Uberto
Stabile
¿Cómo
fue que surgió EDITA y cuál ha sido su camino recorrido hasta
ahora?
EDITA
nace en abril de 1994, con voluntad de compartir proyectos,
intercambiar experiencias y dar visibilidad a las pequeñas
editoriales independientes de ámbito cultural. La idea de concebir y
realizar un evento de carácter internacional en una pequeña
localidad costera de la periferia, como Punta Umbría en Huelva, es
significativo, creemos en la bibliodiversidad como concepto de
sostenibilidad cultural, que permite al mismo tiempo la participación
ciudadana y el desarrollo de los lenguajes emergentes en el arte.
Uno de los principales logros, después de 20 años y 30 ediciones,
ha sido la creación de una red internacional de editores
independientes. La creciente afluencia de editoriales americanas nos
llevo a proyectar el encuentro en México, donde se celebra desde el
año 2010, y en Colombia desde 2011, también hemos realizado EDITA
en Sao Paulo, Brasil en 2013, y desde el pasado año, abrimos sede
permanente en Lisboa, Portugal.
¿Cuál
crees que es el estado actual del mundo editorial en los países de
habla hispana a partir de tu experiencia con EDITA? ¿Qué
diferencias o afinidades existen entre España y México, por
ejemplo?
Creo
que la edición independiente goza de una gran vitalidad, para
empezar porque se nutre y atiende a una tipo de lector crítico con
los estándares, que demanda más diversidad de contenidos y mayor
libertad creativa. Además el editor independiente asume riesgos que
no podría permitirse nunca una editorial convencional, sujeta a la
rentabilidad de su producto. En ocasiones la edición independiente
puede entenderse como un semillero de experiencias, que con el tiempo
adaptan las grandes editoras. La experiencia de la edición
independiente en España es muy similar a cuanto sucede en México,
salvando las grandes diferencias demográficas, la dinámica es la
misma, y tanto los contenidos como la manera de difusión,
distribución y financiación de la editoriales son semejantes. Quizá
por eso resultó fácil vertebrar una red nacional en un proyecto
internacional como es ahora EDITA. Por supuesto que la lengua es un
nexo de unión de primer orden, fundamental, pero también, el
carácter creativo e innovador de las pequeñas editoras.
¿Cómo
es la recepción y relación de los proyectos editoriales
independientes entre países, contextos y campos culturales
distintos? ¿Existe suficiente contacto?
La
era digital ha dado un vuelvo a las comunicaciones, y hoy es fácil
trabajar de manera simultanea o en red, desde cualquier parte del
planeta. Las nuevas tecnologías han provocado que los diferentes
contextos donde trabajan los editores, se conozcan mejor, se valoren
sus particularidades, su idiosincrasia. Quizá esta sea la gran
diferencia entre un sistema globalizador, que utiliza estas
herramientas para homogeneizar y crear un mercado global, para
imponer un modelo de producción, de lectura, de discurso único o
dominante, y las actitudes que parten de la diversidad, de los
contrastes, lo que entendemos como biblodiversidad, cuya riqueza
consiste precisamente en la gran oferta de opciones y discursos, por
pequeños o minoritarios que estos sean. EDITA no es sólo una red,
ante todo es un encuentro, un espacio que posibilita el conocimiento
personal entre los editores. Sería interesante que EDITA se
reprodujera también a nivel local. Una de las contradicciones de
estas nuevas tecnologías es que te permiten conocer lo que sucede en
la otra esquina del mundo mientras se ignora lo que ocurre a la
vuelta de la esquina, por eso el contacto y la calle siguen siendo
fundamentales. Este año, en junio, pondremos en marcha el primer
EDITA con carácter regional, EDITA Andalucía, una experiencia que
nos lleva a conocer mucho mejor el territorio y pulsar las
inquietudes de quienes comparten con nosotros la misma vocación y
geografía.
En
México existe un sistema gubernamental de estímulos artísticos que
muy recientemente ya apoya a editoriales independientes (con recursos
o coediciones), ¿qué opinas de ello y cómo es visto esto en otras
latitudes? ¿Qué tan cercana debería ser la relación de las
editoriales independientes con el Estado?
En
ese aspecto son notables las diferencias. En el actual contexto de
crisis económica, en España la primera purga, y los mayores
recortes, se han producido en el campo de la cultura. Los impuestos
con los que se grava la actividad cultural denotan la estrecha y
pobre visión que los gobiernos conservadores conceden a la cultura,
entendiendo ésta como una actividad de mero ocio y entretenimiento,
que nada tiene que ver con el carácter trasformador que propicia y
propone la cultura, en el desarrollo de nuestra sociedad. Es un error
histórico, los recortes en cultura, junto a los de ciencia e
investigación alimentan una deriva poco halagüeña. En este sentido
creo que la situación en México es algo mejor.
Respecto
a la segunda cuestión, considero que las editoriales independientes
mantienen y cohabitan algunos espacios comunes con las políticas
culturales de el Estado, en tanto en cuanto ambos otorgan a su
actividad editorial una prioridad intelectual, por encima de
cualquier otro criterio. En este sentido creo que existe un gran
espacio para la colaboración y cooperación.
¿Desde
tu perspectiva, qué editoriales mexicanas te parecen más
interesantes o han ganado mayor relevancia?
Creo
que México ha sabido dar un tratamiento a la edición independiente
que ya quisiéramos tener en España. La sola presencia de una
sección, reconocida como tal, de editores independientes en la FIL
de Guadalajara, es ya un elemento de visibilidad del que carecemos
aquí. El despunte de editoriales como Almadia, Sexto Piso, Mantis,
El Ermitaño, etc., o revistas de referencia internacional como La
Otra, o Generación son en sí mismo un claro ejemplo de la rica
actividad editorial independiente que hay en México.
¿Cuáles
son los mayores desafíos actuales para las editoriales
independientes?
El
reto ahora mismo sería terminar de vertebrar esa red de cooperación
y difusión, al menos en habla hispana, de editoriales
independientes, con el concurso y aliento de los diferentes estados
iberoamericanos, para impedir que los monopolios de los grandes
sellos acaben deforestando esa rica naturaleza editorial
independientes que existe en nuestros respectivos países. Más que
ayudas a la producción editorial creo que el editor independiente
necesita apoyos en la visualización, distribución y difusión de
sus ediciones.
¿Cuál
es el futuro de la edición independiente, tanto la industrial, la
artesanal y la digital?
El
arco tan amplio y plural en el que se mueve la edición
independiente, que abarca desde el libro objeto o de artista, a las
pequeñas editoriales artesanales, pasando por la nueva edición
digital, permite augurar un futuro muy fértil. Una de las ventajas
de las pequeñas editoriales es que éstas se forman a imagen y
semejanza de su propio lector, y crecen sólo en la medida que se
fidelizan nuevos lectores, no mantienen practicas invasivas ni
abusivas de marketing. Puede que nunca lleguen a crear grandes
fortunas, ni siquiera a ser ampliamente conocidos, pero estoy
convencido que no son esos los fines que les mueven a editar. Su
fortaleza es precisamente su humildad, seguro que resisten mejor las
crisis. La falta de recursos despierta la imaginación, y los
editores independientes saben imaginar, y soñar, y el futuro, nunca
me cansaré de decirlo, es de quien lo sueña.
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